Manual de Infidelidades

La serpiente muere cuando no puede cambiar de piel. Del mismo modo, los espíritus a quienes se ...

De un tiempo a esta parte me descubro imaginando el mar, casi sin motivo. Lo pienso como un inmen...

Sin prisa, pero sin pausa, imagino otras vidas y me invento sueños. Recorro, con nostalgia, mucho...

En esta noche sin luna en que las ausencias tejen recuerdos tan punzantes como el filo de un bist...

Ésta es una de esas noches en que las palabras se me agotaron en la relectura de viejos textos y ...

La otra noche me quedé mirando a la luna reflejada sobre el mar, con la esperanza absurda de que ...

Por principio, procuro amar una mujer distinta cada día. Algunas veces desnudo a la de turno, poc...

Ciertos instantes, bajo el cielo nocturno, siento tener más piel que vida y la cama me parece un ...

Nada como desandar todos los rincones de un cuerpo de mujer para exorcizar, por un momento, los f...

En la infancia buscaba a Dios en las iglesias, le hablaba con humildad y le pedía favores. Miraba...

Nunca he comprendido por qué este emperrarme en escribir cuando las musas se encuentran demasiado...

Hay un hombre —tal vez yo, pero posiblemente alguien más— que rememora palabras de amor de una mu...

Durante la adolescencia, cuando creía que mi destino era pintar el cuadro imprescindible de mi ge...

Andar por una ciudad que se ha vuelto inagotable en sus límites, e incognoscible en toda su ampli...

Hoy no consigo describir la gracia de unos muslos femeninos que algún día estrecharon mi cintura ...

Hay quienes llevan su soledad como una maldición inmemorial de tan antigua, o como una enfermedad...

A esta hora, mientras duermes con la dulzura que sólo algunas otras mujeres, ciertas aves migrato...

Es muy tarde para volver sobre mis pasos: he sido feliz en demasiadas tierras y la añoranza me in...

Cuando queda aún mucho por decir y no lo digo, cuando quisiera dormir y entre las venas siento co...

Otra vez entre el fango y con un ala herida, me preguntó: ¿cuál estrella tiene el nombre de mi li...

Camino por senderos que desconozco. Sin necesidad, alguna noche salí a la calle para detener un t...

Me he educado, desde muy joven, en las distancias. Unas veces se miden con la exactitud de un odó...

Es mucho el amor y las palabras me evaden en busca de un sentido: Salir a la calle y mirar las n...

No sé cuándo ni bajo cuál cielo inmisericorde, pero ha de llegar nuestra redención y nuestro día....

No siempre, pero cada vez que duermo solo, su aroma entre las sábanas le devuelve a mis sueños su...

¿En realidad soy escritor? ¿Soy ese animal capaz de arrancarse las palabras del pecho y dejarlas ...