Noveno signo
Un poco más allá de la vigilia
y un poco antes del sueño,
creo ver esbozada en la franela
el plano arquitectónico de un cuerpo
que se extiende al costado de mi lecho.
De pronto delinea tu silueta
y, con hambre de piel y sed de carne,
a la luz del insomnio me despierta.