4. Esterilidad
Borras la huella que trazó tu mano sobre el papel. Hay ocasiones en que ni siquiera el amor o el olvido hacen fértiles tus madrugadas. El día ya te amenaza detrás del horizonte y no tienes el consuelo de una mínima creación ofrendable a los ídolos del insomnio. Te dices que tal vez mañana tendrás algo que ofrecerles (pero sabes que probablemente no sea cierto).